Guías y Tutoriales
Calzado de seguridad deportivo, elemento de protección
Una de las partes más importantes del uniforme de trabajo es el calzado de seguridad, ya que pasamos toda la jornada laboral sobre él y de su adecuación dependen no solo nuestra comodidad, sino también gran parte de la seguridad en el entorno de trabajo. Además, usando el calzado adecuado podemos evitemos lesiones y accidentes derivados de una mala adaptación del calzado al entorno de trabajo y a nuestro pie. Una mala elección del calzado de seguridad puede derivar en trastornos musculoesqueléticos (TME) como esguinces, tendinitis, fascitis plantar… y, además, en la época estival o en condiciones de trabajo con altas temperaturas puede provocar que los mecanismos corporales para la termorregulación, que son los responsables de mantener una temperatura interna casi constante al margen de las condiciones climáticas, no funcionen correctamente, provocando vasodilatación y una sudoración excesiva y aumentando la sensación de pesadez e incomodidad. Por todo ello, lo ideal es escoger, por ejemplo, un calzado de seguridad deportivo que, además de cumplir la normativa de seguridad esté fabricado con materiales de calidad, sean ligeros y, a ser posible, transpirables. Los modelos de calzado de seguridad con un diseño deportivo cada vez ganan más adeptos, ya que estos aúnan la comodidad y ligereza de unas zapatillas de deporte con la protección requerida en diversos espacios de trabajo, como pueden ser puntera de seguridad, suela antideslizante y antiperforación, etc., convirtiéndose en una opción muy recomendable para trabajadores que pasen muchas horas de pie y en movimiento y quieran prevenir los problemas de pesadez, piernas cansadas, problemas circulatorios y posturales. Estas deportivas de seguridad, aún cumpliendo la normativa en materia de prevención, priman en su fabricación la ergonomía y la flexibilidad de la zapatilla, introduciendo tecnologías innovadoras que hacen posible mantener los requisitos de seguridad sin renunciar a la comodidad. Ejemplo de ello son el diseño con el que cuentan las zapatillas de seguridad de U-Power y su suela patentada, adaptada desde el ámbito deportivo del running al del trabajo. Este calzado de seguridad deportivo está diseñado de tal forma que la suela amortigua y devuelve la energía en cada pisada, disminuyendo de forma notable la fatiga y la sobrecarga que se genera tras varias horas de pie y caminando o adoptando posturas incómodas como agacharse, subir y bajar repetidamente escaleras o estar de pie un largo tiempo. Además, los nuevos modelos incorporan la plantilla patentada WOW, que permite distribuir de forma uniforme el peso corporal sobre la superficie del pie al estar fabricada en memory foam, una espuma con propiedades de modelado automático y muy acolchada. También cuentan con un exclusivo compuesto BASF, un poliuretano termoplástico que les aporta una ligereza y elasticidad únicas en el mercado, además de mayor durabilidad, impermeabilidad y capacidad de amortiguación. Si lo que buscamos es una opción en zapatos de seguridad deportivos de calidad pero más económica, sin renunciar a la comodidad, tenemos otra muy buena opción en los modelos Flexum , diseñados para ser utilizados en la industria en general pero especialmente aptos para trabajos como automoción, logística y almacenes, repartidores, transporte y cualquier otra actividad en la que se requiera un extra de flexibilidad en el calzado y buen aguante a la flexión y torsión. Están fabricados con unos materiales y un diseño muy cuidados que los hacen resistentes al agua, gracias al corte en serraje nobuck hidrófugo y transpirable, además del requisito adicional resistencia al agua WRO. Cuenta con una puntera de seguridad en Composite en lugar de puntera metálica, lo que los hace aptos para trabajos en los que por riesgo eléctrico el calzado deba ser libre de componentes metálicos. Por su parte la suela está fabricada en doble poliuretano DDPU, lo que nos ofrece mayor duración y resistencia al desgaste y máximo coeficiente antideslizamiento, además de contar con una lámina antiperforación que le otorga un plus de seguridad. Como comentábamos, lo que diferencia a este tipo de calzado de seguridad frente a los modelos tradicionales es el extra de comodidad, que en esta línea se consigue gracias a la plantilla PU FOAM, un material sintético acolchado en forma de celdillas que contienen aire en su interior, y tiene la propiedad absorber la vibración, compresiones y golpes. Gracias a estos nuevos modelos deportivos y a las innovaciones que ofrecen es posible mantener los requisitos de seguridad requeridos en el entorno de trabajo sin renunciar a la comodidad que ofrecen unas deportivas de uso común y, por qué no, a un diseño actual y moderno combinable con todo tipo de ropa y que le va a dar a nuestro uniforme de trabajo un plus de cuidado de la imagen.
Ropa de trabajo ignifuga y antiestática
En ocasiones hemos resaltado la importancia de la ropa de trabajo como primera línea de protección del trabajador ante posibles daños, ya que, de su calidad, adecuación y correcto mantenimiento puede depender que un accidente o percance sea más o menos grave. Esta afirmación adquiere especial relevancia cuando hablamos de sectores en los que por la naturaleza del trabajo los trabajadores están expuestos de forma continua a riesgos de mayor envergadura que la mayoría de los trabajadores, como pueden ser soldadores, industria petroquímica, industria eléctrica, fundiciones y pirotecnias. A continuación os queremos hablar sobre la importancia de la ropa ignífuga y antiestática. En estos sectores es obligatoria la utilización de ropa de trabajo ignífuga y antiestática al estar los trabajadores expuestos a contacto con llamas, calor, salpicaduras de metal fundido y electricidad. De esta forma estas prendas se convierten en un elemento imprescindible en los planes de prevención y están sujetas a una normativa específica en cuanto a requisitos y estándares de calidad. El que una prenda ofrezca protección ignífuga significa que está fabricada con materiales que no prenden, limitan la propagación de la llama por ser retardantes al fuego y los tejidos no permiten la penetración de sustancias químicas peligrosas o salpicaduras de metal fundido. Es decir, debe proteger contra los tres tipos de calor (conductivo, radiante y convectivo) y también contra las salpicaduras. La normativa específica para la ropa ignífuga es la EN11612 que analiza y establece las propiedades de protección de las prendas, los tejidos de protección y accesorios, frente al calor y la llama. Además se verifican en laboratorios oficiales que reúnan unos valores mínimos en cuanto a la resistencia, encogimiento y vida útil de las prendas. Por su parte, la ropa de trabajo antiestática tiene la función de disipar la carga electroestática que se puede generar en determinadas condiciones de trabajo, ya que estas prendas de protección disipan la electrostática, siendo su uso obligatorio industrias donde se manipulan sustancias explosivas, o donde se forman gases y polvos finos que puedan ser combustibles. Estas prendas tienen una normativa específica (EN 1149-5) y lo más habitual es encontrarse prendas que reúnan las dos características, siendo los materiales más utilizados el algodón tratado químicamente, la modacrilica (una fibra que resiste bien al fuego) o la aramida (otra fibra también resistente al calor y de gran robustez y resistencia). Entre el tipo de prendas que podemos utilizar encontramos: Cazadoras y parkas: podemos encontrar chaquetas de trabajo de un solo color o incluso que también reúnan la característica de tener elementos de alta visibilidad, así como parkas que proporcionen mayor protección contra el frío y ofrezcan protección impermeable. Pantalones: los modelos de pantalones intentan aunar las características técnicas de este tipo de prendas con la comodidad que precisa cualquier pantalón de trabajo, como múltiples bolsillos y cintura regulable. Camisas: aunque cuando hablamos de prendas ignífugas y antiestáticas solemos hacerlo pensando en prendas exteriores, también es necesario completar la uniformidad con elementos que permitan, si es necesario, quitar la cazadora o parka manteniendo cierto nivel protección. De la misma forma que las cazadoras o parkas, estas camisas pueden incluir además elementos de alta visibilidad. Buzos: ofrecen la ventaja de brindar protección completa del cuerpo del trabajador en una sola pieza, siendo muy prácticos a la hora de tener que vestirse con ropa de protección de forma rápida. También existen complementos ignífugos para el vestuario laboral que cumplen los requisitos exigidos, como es el caso de la ropa interior, ya que en ocasiones la ropa interior de uso ordinario contiene elementos o materiales en su fabricación que pueden ser inflamables o acumular electrostática. Hay que mencionar que la ropa de trabajo para soldadores precisa de una certificación propia, EN ISO 11611, que acredita la protección del trabajador frente a la formación de chispas y contacto breve con el fuego, y reducir el riesgo de descarga en el caso de que se produzca un contacto accidental con una fuente de electricidad. Se dividen a su vez Clase 1 (ofrecen protección cuando se utilizan técnicas de soldaduras menos peligrosas) y Clase 2 (cuando las técnicas de soldadura conllevan un riesgo adicional porque la generación de chispas y calor y considerablemente mayor). Además de cumplir con la normativa que hemos visto, es necesario que su diseño, utilización y mantenimiento sean los adecuados para mantener el nivel de protección que ofrecen. Por ejemplo, los bolsillos de estas prendas deben ser los mínimos necesarios y estar cubiertos por una capa de tela más ancha que la apertura del bolsillo, y todos los elementos que incluyan como botones y cremalleras no pueden suponer un elemento de riesgo o conducción de calor o electricidad. La utilización debe ser la correcta, permitiendo libertad de movimientos pero sin ser demasiado holgada, la talla debe ser la correcta para que se cubra de forma adecuada el cuerpo del trabajador. En cuanto al mantenimiento, aunque este tipo de tejidos dada su naturaleza y función y a que han sido tratados de forma química, son más resistentes y ofrecen una durabilidad superior a otras prendas, deben ser tratados de forma adecuada para mantener sus características ignífugas y antiestáticas. Lo recomendable es seguir las instrucciones de mantenimiento y lavado del fabricante, pero con carácter general se recomienda lavar estas prendas de forma separada y del revés, evitando limpiadores como lejía y agua oxigenada o detergentes que los contengan, y la utilización de suavizantes.
Ropa de alta visibilidad: todo lo que necesitas saber
Cuando hablamos de la importancia del vestuario laboral como elemento de protección adquiere especial relevancia aquel que protege al trabajador en condiciones de baja visibilidad o en aquellas en las que se necesite señalizar la posición del trabajador ante riesgos de atropello de vehículos o maquinaria en movimiento, una de las causas más frecuentes de siniestralidad laboral. Es por ello que los equipos de alta visibilidad suponen la defensa principal ante este tipo de riesgos, señalizando visualmente la presencia del trabajador y son de utilización obligatoria según la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales. ELEMENTOS PRINCIPALES DE LA ROPA DE ALTA VISIBILIDAD Este tipo de ropa consta de dos elementos principales: el material de fondo fluorescente y el material retrorreflectante. El primero tiene la propiedad de potenciar la visibilidad y reflejar más luz de la que absorbe dándoles a las prendas un color brillante que en el caso de los equipos de protección puede ser amarillo, naranaja o rojo. El segundo material es el retrorreflectante, que cuenta con propiedades de retrorreflexión, es decir, ayuda al ojo a poder percibir la luz en condiciones de baja iluminación. Cuando están cerca de la fuente de iluminación, como unos faros por ejemplo, aparecen más brillantes al observador distinguiéndose en ambientes de poca luz. En general la ropa de alta visibilidad cuenta con material combinado (prendas de colores fluorescentes con tiras de material retrorreflectante) que aumentan la visibilidad de la figura humana al resaltar por sus colores fluorescentes y llevar tiras de material retrorreflectante en puntos clave. En cuanto a los tipos, según la norma internacional EN ISO 20471 la ropa de alta visibilidad se clasifica en tres clases según el nivel de protección que ofrecen, debiendo cada una de ellas contar con un nivel mínimo de superficie de los materiales de los que hablamos anteriormente: material de fondo fluorescente, material retrorreflectante y material combinado. Así, existen las prendas de clase 1, clase 2 y clase 3 según el nivel de protección que ofrecen ante condiciones de baja visibilidad. TIPOS DE ROPA DE ALTA VISIBILIDAD Las de clase 1 se suelen utilizar en condiciones en las que el trabajador puede ser visto en condiciones normales o existe separación suficiente entre él y el tráfico de vehículos o maquinaria, es decir, no se necesita un nivel muy alto de visibilidad. Las de clase 2 se utilizan en situaciones de mayor riesgo que las de clase 1 por condiciones de mal tiempo que dificultan aún más la visibilidad, por falta de separación entre el trabajador y el tráfico de vehículos o maquinaria, o bien porque la velocidad de circulación de estos últimos es superior a 40 km/hora. Por su parte, las de clase 3 se utilizan en condiciones meteorológicas adversas, en trabajos que impliquen un riesgo extremo, o en los que la circulación de vehículos sea superior en velocidad. Si hablamos de clases de prendas, en la actualidad pueden encontrase en gran variedad de diseños: Prendas exteriores: prendas de abrigo en tejido polar como sudaderas y chaquetas y parkas que ofrecen tanto protección térmica como impermeabilidad en condiciones climáticas adversas que precisen además asegurar la visibilidad de los usuarios. Chalecos: existen tanto chalecos sencillos como los obligatorios que todos debemos llevar en nuestro vehículo, como aquellos que incorporan acolchado, protección térmica, impermeabilidad o diversos bolsillos de utilidad en trabajos manuales. Pantalones y buzos: diseñados para varios sectores y profesiones, incorporan además de las características de alta visibilidad mencionadas anteriormente variedad de tejidos y características técnicas que se adaptan a los requerimientos de cada actividad o profesión. Polos y camisas: estas prendas son el primer nivel de protección en el vestuario laboral, los tejidos en los que se fabrican además de cumplir las características técnicas precisas para cada actividad intentan asegurar la mayor ligereza y transpirabilidad posible. A la hora de elegir qué color o que combinación de prendas de alta visibilidad debemos elegir hay que tener en cuenta diversos factores como son las condiciones de luz que previsiblemente van a existir durante el desarrollo de la actividad, que el lugar de trabajo y los elementos que lo forman contrasten de forma suficiente con la combinación de colores de las prendas (de nada sirven por ejemplo prendas de alta visibilidad de color naranja si la maquinaria o las paredes llevan predominantemente este color) y que la ubicación de las bandas retrorreflectantes en la prenda aseguren de forma suficiente la posibilidad de distinguir de forma inmediata la silueta humana y no confundirla con otro elemento. Para ello es recomendable hacer pruebas concretas en situaciones reales en el escenario donde se va a llevar a cabo la actividad, para poder ver in situ la respuesta de la prenda, y así poder determinar su adecuación. Otro aspecto importante a tener en cuenta es formar de forma adecuada a los trabajadores en lo referente a la utilización de estos equipos. El explicar la manera adecuada de llevar la prenda, las limitaciones de protección que puede tener, la importancia de no alterar sus elementos y mantenerlas en un buen estado de almacenamiento y conservación además de renovarlas cuando el desgaste por uso disminuya su visibilidad es asegurar que se les saca el máximo partido a este tipo de elementos de protección.
Cómo usar correctamente el gel desinfectante de manos
Los geles desinfectantes de manos se han convertido en grandes aliados ante la necesidad de tener que lavarse las manos en todo momento y no tener siempre agua y jabón cerca para poder hacerlo. El gel desinfectante de manos, también conocido como gel hidroalcohólico, es el que se emplea para detener la propagación de gérmenes, por eso, hoy más que nunca, es importante utilizarlo de forma asidua. Por ello, es imprescindible dar con el gel desinfectante adecuado que no castigue la piel y que sirva como protección. Un correcto uso del gel desinfectante evita el contagio de virus, bacterias y hongos eficazmente, por lo que se convierte en tu principal aliado tanto dentro como fuera de casa. ¿Cómo usar correctamente el gel desinfectante de manos? Para que un producto cumpla sus funciones se debe usar de forma eficaz, por eso es importante seguir los siguientes pasos si quieres que el gel desinfectante acabe con los gérmenes que se pueden adherir a la piel de tus manos: Aplicar sobre la palma de la mano la suficiente cantidad de gel desinfectante como para cubrir toda la superficie de ambas manos. Frotar ambas palmas entre sí, sin olvidar frotar también por la parte de la yema de los dedos. Colocar la palma derecha sobre la mano izquierda para entrelazar los dedos y extender así el gel desinfectante por todos los recovecos de la mano. Es importante extender el gel desinfectante también a la parte de las muñecas. La tarea de desinfección de manos debe durar entorno a unos 30 segundos. Es importante que antes de aplicar el gel desinfectante sobre las manos, estas se encuentren libres de grasa. Su uso deberá ser diario y se tendrá que aplicar tantas veces como sea necesario en el día a día para una correcta limpieza de las manos. Es por ello que es importante buscar un gel desinfectante que no dañe la piel o, en su defecto, combinarlo con un producto hidratante como las cremas. Las manos están constantemente en contacto con todo lo que nos rodea, por eso es tan importante mantenerlas limpias y libres de virus, bacterias u hongos que puedan dañar el organismo tanto por fuera como por dentro. El uso de geles desinfectantes aporta protección ante ciertos organismos externos desinfectando una de las herramientas que más se usan en la actualidad: las manos.
Vestuario en hostelería: la importancia del uniforme
Dentro del mundo de la hostelería, el uniforme es una prenda fundamental, ya no solo por la profesionalidad que este transmite de cara al público, sino también porque contribuyen a la seguridad y comodidad de los trabajadores a la hora de desempeñar sus tareas. Hay ciertas prendas dentro del vestuario de la hostelería que son básicas y que todos los trabajadores del sector de la restauración llevan a modo de uniforme. Estas prendas siempre varían según las funciones que desempeñe cada trabajador, pero hay ciertas prendas dentro del vestuario que siempre son estándar, como el calzado, que siempre debe proteger el pie del trabajador y evitar que le cause cualquier tipo de lesión, ya sean heridas o, incluso, torceduras. Aún así, cabe destacar que un camarero no llevará el mismo uniforme que un cocinero, dado que ambos se enfrentan a situaciones laborales diferentes en las que los agentes externos a los que se exponen son bien distintos. Es por ello que sus uniformes llevarán prendas diferentes que, en ambos casos, les protegerá de los riesgos a los que se exponen los profesionales y, a su vez, les ayudará a desempeñar sus funciones de forma más cómoda, eficiente y liviana. ¿Qué prendas caracterizan el uniforme de un camarero? Los camareros necesitan llevar prendas cómodas, ligeras y frescas, que les permitan desplazarse de forma ágil y, además, les aporte comodidad y cierta protección. Por eso, una de las prendas básicas tanto para un camarero como para las personas que trabajan en la cocina, son los delantales, uno de los básicos indispensables. Pero el delantal no es el único básico dentro del vestuario de un camarero, también es importante el calzado que, ante todo, debe ser antideslizante y cómodo, para evitar caídas durante los desplazamientos y que retrasa el cansancio y el dolor de pies, ya que los trabajadores de la hostelería se pasan la mayor parte de su jornada laboral de pie, realizando cientos de desplazamientos de un lado al otro del local. Es por ello que necesitan realizar sus movimiento de forma ágil y precisa. A su vez, llevar una indumentaria correcta como pantalones adaptados al puesto de trabajo y polos y/o camisas hechas especialmente para el mundo de la hostelería, contribuyen también a la protección y confort del trabajador a la hora de desarrollar sus funciones, ya que estas prendas se adaptan perfectamente a la movilidad de estos y les aporta comodidad a la hora de realizar sus funciones. Es por ello que el uniforme de un camarero es tan importante y no se compone simplemente de un delantal, sino de mucho más: de un calzado adecuado y apropiado, unos pantalones que le aporte confort a la hora de realizar sus funciones y un polo o camisa que le dé comodidad y protección y que, sobre todo, transmita profesionalidad e higiene ante el público. ¿Qué prendas caracterizan el uniforme de un cocinero? Las personas que trabajan en la cocina deben llevar siempre un uniforme especial que les proteja de las altas temperaturas que pueden haber dentro de la cocina y que, además, pese poco y les aporte comodidad, confort y algo de frescura. Por eso, la chaqueta de cocina es una prenda fundamental para las personas que trabajan en ese espacio, ya que protege a los cocineros de los agentes externos a los que se encuentran expuestos y, a su vez, les aporta la versatilidad que se necesita para poder desarrollar correctamente todas las funciones que ocupan al personal de cocina. Al igual que un camarero necesita llevar la vestimenta adecuada para poder desarrollar sus funciones de la forma más eficiente posible y estando protegido en todo momento, el cocinero necesita que su uniforme cumpla las mismas funciones y, que además, las prendas que lleve sean transpirables, para aportarles algo de frescura y permita que la piel respire. Además, el calzado de las personas que trabajan en la cocina es también de vital importancia porque, a parte de aportar protección, deben ser cómodos, para retrasar el cansancio, la suela debe ser antideslizante, para evitar posibles accidentes laborales y también deben ser ergonómicos, adaptándose de forma perfecta al pie de la persona que los lleve. ¿Es importante llevar uniforme dentro del mundo de la hostelería? El uniforme es importante en cualquier sector, y no solo por la imagen que transmiten al público, de seriedad y profesionalidad; sino también porque los uniformes se adaptan de forma correcta a los diferentes sectores laborales y aportan al trabajador que los lleva la protección adecuada ante los diferentes factores externos a los que puede estar expuesto y, además, le dota del confort, comodidad y agilidad necesarios para el correcto desarrollo de sus funciones. Así que, en definitiva, el uniforme en el mundo laboral, sobre todo en el mundo de la hostelería, es importante, ya no solo por la imagen que se da al exterior, sino porque este se encarga de proteger al trabajador durante su jornada laboral.
5 EPIs esenciales para la protección ante el uso de productos fitosanitarios en la jardinería
5 EPIs esenciales para la protección ante el uso de productos fitosanitarios en la jardinería.
Vestuario laboral para profesiones extremas
Dentro del vestuario laboral existen uniformes de trabajo que en sí mismos forman parte del equipo de protección individual, ya que están dirigidos a profesionales de alto riesgo. Apicultores, soldadores, bomberos, mantenimiento de piscinas, médicos y sanitarios requieren en muchas ocasiones, algunos siempre, de equipos de protección individual completos. Estos equipos, además de guantes, máscaras, botas de seguridad o gafas protectoras, requieren de vestuario especial que les proteja de distintos riesgos. Mono de Apicultor La deliciosa miel es un producto natural, elaborado por las abejas en sus colmenas. El trabajo de criar a las abejas y recolectar este producto está en manos del apicultor. Los profesionales de la actividad apícola asumen riesgos comunes como caída de distinto nivel o cortes, pero además están expuestos a productos químicos o a sufrir accidentes con seres vivos, en este caso picaduras masivas de abejas. Para evitar las picaduras de las abejas es imprescindible llevar el mono de apicultor, que será de color blanco dado que este tono no molesta a las abejas, a diferencia del negro, rojo o colores oscuros que si les molestan y hacen que estén más nerviosas y poco productivas. Este traje de protección está fabricado con telas gruesas con ventanas de aireación en el pecho y espalda, con tejidos plásticos en los dobles. Además, está complementado con careta, que cubre la cabeza y cara del apicultor, en cuya parte frontal hay un mosquitero metálico, de poliéster o plástico para facilitar la visión y manipulación de panales. También, llevarán guantes y calzado apropiado. Vestuario laboral desechable Este tipo de monos o prendas forman parte del equipo de protección individual. Se utilizan en laboratorios, para evitar contacto con sustancias químicas; o en áreas de posibles infecciones, como hospitales, para evitar contagios biológicos. Los monos desechables pueden utilizarse, por ejemplo, en talleres de chapa y pintura, para protegerse de las pulverizaciones al retocar el bañado de un vehículo. También, en áreas de hospitales restringidas, tanto para evitar contagios biológicos como evitar introducir patógenos del exterior al área esterilizada. También existen prendas desechables como guantes, muy utilizados en laboratorios de análisis de aguas residuales, para evitar infecciones; o en laboratorios de investigación para evitar contaminar las distintas muestras analizadas. Los gorros y cubre zapatos desechables están más indicados para evitar contaminar áreas, por ejemplo, durante el parto los padres deben entrar obligatoriamente con estos equipos de protección al paritorio. Uniforme de trabajo ignífugo Ante las altas temperaturas de los incendios los bomberos se protegen con vestuario ignífugo, que puede ser un mono completo o bien partes sueltas de uniforme. Además, los bomberos disponen de trajes de aproximación al fuego. Estos son monos completos diseñados para proteger al profesional de las altas temperaturas y extremas, por ejemplo, durante el incendio de un avión. Los monos ignífugos no sólo evitan quemaduras en los bomberos, sino que los pilotos de automovilismo y motociclismo también las usan desde 1994, que son obligatorios. Trajes para riesgos químicos La industria química también tiene su propio vestuario laboral para proteger a los profesionales de los riesgos que implican manipular productos altamente tóxicos. Estos trajes están diseñados para aislar la piel del contacto con sustancias que pueden provocar quemaduras como el ácido. Además, estos trajes están provistos de máscaras integrales que eviten la penetración de vapores tóxicos por inhalación. Protección para soldaduras Otra de las profesiones que abarca grandes riesgos, desde inhalación de partículas nocivas hasta la exposición a altas temperaturas e incendios, es el trabajo de soldador. Los soldadores utilizan prendas de fibra aramida aluminizada para protegerse de la proximidad de las fuentes de calor. Además, trabajan con prendas adecuadas y curtidas en cuero para aumentar la protección ante cualquier riesgo.
Guantes, protege tus manos
Utilizamos las manos para casi cualquier cosa que realizamos en nuestra vida, están expuestas a los agentes meteorológicos, tanto en invierno como en verano, sufren quemaduras, cortes, erosión en la piel y golpes, ya sea en nuestra vida diaria como en el trabajo. La diferencia es que, gracias a las protecciones individuales (EPIs) podemos protegerlas en nuestro día a día laboral, sólo tenemos que escoger los guantes de seguridad más apropiados para el puesto de trabajo que desarrollamos. ¿Qué tipo de guante necesito? Según el Real Decreto 1407/1992 por el que se regulan las condiciones para la comercialización y libre circulación intracomunitaria de los equipos de protección individual los guantes se clasifican en tres categorías en función del riesgo que asumen los trabajadores. Aquellos que realizan labores de jardinería, donde los riesgos incluyen cortes o arañazos con plantas espinosas, así como posibles agentes infecciosos que pueden penetrar a través de heridas ocasionadas durante el trabajo de jardinería pueden utilizar guantes de jardineria adaptados a zonas húmedas o trabajos abrasivos, fabricados en gran parte en algodón y cuero, que protege de la humedad y de daños contra las espinas. Por otro lado, el personal de limpieza que expone sus manos a soluciones diluidas de detergentes, se recomiendan guantes de latex afelpados, con poliméricos «impermeables», que se adaptan a la mano, cubren gran parte del brazo y protegen de la humedad. Estas son algunas profesionales que se engloban en la categoría 1 y por tanto tienen un diseño sencillo y protegen frente a riesgos leves o menores. La categoría 2 incluye guantes están indicados para proteger de riesgos intermedios, es decir, que no puedan causar lesiones graves o la muerte, como aquellos profesionales que utilizan motosierras, diseñados con protección anticorte; o deben proteger sus manos ante el frío como en cámaras de alimentos, en este caso están fabricados en piel de serraje con forro interior. Por último, la categoría número 3, que asumen mayor riesgo. En esta categoría se inclueyen guantes de protección química, que se utilizan en talleres de pintura, laboratorios o en agricultura, para evitar el contacto con pesticidas. Estos guantes pueden encontrarse fabricados en látex natural, neopreno, PVC, nitrilo, PVA, film de polietileno, Butyl/ Vyton o mezclas de componentes. Otros guantes que se suman a esta categoría son aquellos que requieren profesionales que trabajan en ambientes por encima de 100ºC, así como los bomberos. Los bomberos exponen sus manos a diferentes riesgos, entre ellos, llamas, abrasiones, cortes, pinchazos, exposición al agua y a productos químicos. ¿Cómo interpreto los pictogramas? Las normas europeas (UNEs) indican que los guantes deben ir marcados con un pictograma con forma de escudo en cuyo interior se encuentra el símbolo correspondiente al tipo de riesgo frente al cual protege, esto puedo ayudar a decidir que guante es el más apropiado para tu trabajo. Como hemos apuntado anteriormente, existen guantes de diferentes materiales, entre ellos, cuero, entramados metálicos como aramidas, textiles recubiertos y combinados o de goma aislante. Gracias a los avances y a las investigaciones que se realizan sobre los materiales para EPIs, exite tan gran cantidad de opciones que en muchos casos no podemos asociar un material con una protección concreta. Por esta razón, se pone en práctica el pictograma, para definir las aplicaciones que tiene cada guante. Tan sólo debemos analizar en nuestro Plan de Prevención de Riesgos Laborales cuales son los riesgos que asume el trabajador y determinar que medidas preventivas y que EPIs, en este caso guantes, se adaptan mejor al trabajo a realizar. Os dejamos el cuadro pictograma propios de los guantes:
Salidas de Emergencias, capacidad de salvar vidas
Las salidas de emergencia constituyen una vía de escape ante cualquier accidente o situación de riesgo. En al sala Bataclan fueron clave para la huida.
Extintores: tipos y mantenimiento
En función de la actividad el riesgo de incendio puede ser mayor o menor, pero independientemente de ello todos los centros de trabajo deben contar con extintores. Para evitar un incendio es importante conocer los riesgos, con el fin de minimizarlos, reducirlos o evitarlos. Pero si se produce un accidente eléctrico o prende el fuego, es mejor tener cerca un extintor en buenas condiciones y, por supuesto, los conocimientos para poder usarlo. Se puede producir fuego por distintas causas. Desde sólidos como brasas hasta la combustión de líquidos inflamables. Un incendio se puede producir de la forma más sencilla y siempre es recomendable disponer de medios para paliar los daños. Los extintores colgados de la pared a menos de 170 metros del suelo, una altura cómoda para que cualquiera pueda descargarlo en caso de tener que usarlo. Además, se ubicaran uno del otro a 15 metros de distancia de forma que queden cubiertos todos los riesgos de incendio. Por supuesto, igual que las salidas de emergencia, los extintores se ubicaran en lugares de fácil y rápido acceso, no se podrán colocar ni debajo ni tapando el extintor ningún tipo de elemento. Además, estarán ubicados en sitios visibles desde cualquier punto del recinto y señalizados. Tipos de extintores Podemos adquirir extintores portátiles, son aquellos que se cuelgan de la pared y podemos transportar con facilidad. Además, estos tendrán una carga de gas menor a 20 kilogramos. Por otro lado, tenemos los extintores móviles, que son mucho más grandes y se mueven con un carro, estos tienen una carga superior a 20 kilogramos. Este tipo de extintor se ubica en superficies mucho más grandes, como taller mecánicos. Para una oficina, sería suficiente utilizar extintores portátiles. También se pueden distinguir los extintores en función de su contenido. Los extintores en base de agua, que actúa generalmente por enfriamiento. Se utilizan para sofocar fuegos de clasificación A, es decir, producidos por pequeños sólidos como madera, cartón o papel. Los extintores de espuma actúan por enfriamiento y por sofocación. Estos sirven tanto para fuegos tipo A como fuegos tipo B, es decir, combustibles líquidos como ceras, parafinas, grasas, alcohol o gasolina. Por otro lado, tenemos los extintores de dióxido de carbono, se usan en fuegos tipo B y C, estos últimos son combustibles gaseosos (acetileno, metano, propano, butano, gas natural). Los extintores en polvo que sofocan fuegos de tipo A, B y C, originando una sustancia pegajosa que se adhiere a la superficie de los sólidos, creando una barrera entre estos y el oxígeno. Y por último, los extintores a base de reemplazantes de los halógenos, que se interrumpe químicamente la reacción en cadena. Tienen la ventaja de ser agentes limpios, es decir, no dejan vestigios ni residuos, además de no ser conductores de la electricidad. Los extintores se deben de revisar periódicamente. En concreto, cada tres meses se comprueba que su accesibilidad es correcta y se encuentran disponibles. De forma anual, se revisa el estado de la carga, para ello se envían a empresas especializadas en mantenimiento de extintores.