¿Por qué usar guantes de soldador?
Durante la soldadura, las manos están siempre expuestas al calor y a posibles impactos. Por eso, estos guantes de soldador cuentan con materiales resistentes que soportan temperaturas muy altas. Además, suelen tener costuras reforzadas y mangas más largas para cubrir parte del antebrazo. De esta forma, la protección es mucho más completa.
También ofrecen un buen nivel de comodidad. Esto es importante porque, si el guante no se ajusta bien, es más difícil trabajar con precisión o mantener un agarre seguro. Gracias a su diseño, permiten mover los dedos con facilidad y trabajar durante más tiempo sin molestias.
Tipos de guantes según la soldadura
No todos los trabajos necesitan el mismo nivel de protección. Por eso existen diferentes modelos.
- Guantes para soldadura MIG/MAG, que soportan mejor el calor y las chispas.
- Guantes para soldadura TIG, más finos y flexibles para mejorar el tacto.
- Modelos de doble capa, recomendados para manipular piezas muy calientes o trabajar cerca de fuentes de calor intenso.
De esta manera, cada profesional puede elegir el tipo de guante que mejor encaja con su forma de trabajar.
Qué características debe tener un buen guante de soldador
Para trabajar con seguridad, el guante debe:
- Resistir el calor y las salpicaduras.
- Ser flexible para mover la mano con naturalidad.
- Tener materiales duraderos que soporten el uso diario.
- Contar con certificaciones como EN 388, EN 407 o EN 12477.
Estas normas aseguran que el producto ha sido probado y cumple los requisitos de protección necesarios para la soldadura.
¿Quién debe usar guantes de soldador?
Estos guantes no son solo para soldadores profesionales. También son necesarios en:
- Talleres de metal y cerrajería.
- Fundiciones y trabajos con piezas calientes.
- Montaje de estructuras metálicas.
- Tareas de mantenimiento industrial.
En todos estos entornos, el calor, las chispas o los golpes están muy presentes. Por lo tanto, usar guantes adecuados es clave para evitar lesiones.
Cómo elegir el guante correcto
Para acertar con la compra, conviene tener en cuenta el tipo de soldadura, la necesidad de precisión, el tiempo de trabajo y el nivel de calor generado. Además, es importante escoger la talla correcta. Un guante demasiado grande puede resbalar y uno pequeño puede limitar el movimiento.
