En muchos sectores la seguridad laboral es esencial y, en la mayoría de ellos, cuentan con normativas que garantizan desde hace años que los empleados trabajen en condiciones óptimas de seguridad.
A pesar de que los pies están un poco lejos de nuestra vista, protegerlos es una de las prioridades de la seguridad laboral ya que de la salud de los pies depende la salud de otras partes del cuerpo, como las piernas o la espalda. El calzado de seguridad es, por tanto, prioritario. Por suerte, existen muchos tipos de zapatos, botas o zuecos indicados para cada tipo de trabajo. En el artículo de hoy nos centraremos, precisamente, en el calzado de seguridad que podremos utilizar en contextos con agua o lluvia.
¿Qué características tiene el calzado de seguridad adecuado?
Podemos resumir en tres las características fundamentales del calzado de seguridad:
- Seguro: el calzado laboral debe, ante todo, contar con las propiedades y elementos necesarios para prevenir los principales accidentes laborales, como puntera de protección o suela antideslizante.
- Cómodo: el calzado de seguridad también ha de permitir al trabajador moverse con facilidad durante su jornada laboral y, al mismo tiempo, proteger su postura a fin de prevenir lesiones futuras.
- Adaptado al tipo de trabajo: el calzado de seguridad tiene que ajustarse a las exigencias del tipo de trabajo del que se trate. Por ejemplo, en el sector agroalimentario es imprescindible que el calzado sea fácil de lavar y resistente a los productos de limpieza e higiene utilizados.
Calzado de seguridad vs calzado de trabajo
No todo el calzado de trabajo es calzado de seguridad. Por ello, antes de continuar con nuestro análisis, nos parece interesante aclarar la distinción entre ellos, también desde el punto de vista de la normativa.
Así, el calzado de seguridad es aquel que tiene punteras de protección contra impactos y está regulado por la norma EN ISO 20345. Por su parte, el calzado de trabajo de uso profesional está regulado por la norma EN ISO 20347. El calzado de trabajo no lleva puntera de protección, pero sí cuenta con protección antideslizante e hidrófuga.
Ahora que ya está clara la diferencia entre estos dos tipos de calzado, veamos más en profundidad las características y tipos de calzado de seguridad.
Calzado de seguridad para el agua
Como acabamos de ver, el calzado de seguridad cuenta con punteras de protección contra impactos y permite evitar accidentes laborales que provoquen cualquier tipo de lesión.
Dentro de la norma EN ISO 20345, el calzado de seguridad puede contar con diferentes clasificaciones (SB, S1, S1P, S2, S3…) en función de sus características. En función del riesgo se tendrá que escoger entre una protección u otra. El estándar S1 es el más básico y su uso es adecuado en ambientes secos. Si se necesita calzado impermeable para su uso en ambientes húmedos se ha de optar como mínimo por un calzado S2, que cuenta con resistencia a la penetración y a la absorción de agua.
Además de estas homologaciones, el calzado de seguridad puede contar con una o varias normas adicionales. En el caso que nos ocupa en el artículo de hoy, hemos de saber que la norma WR (water resistant) es para calzados resistentes al agua y la WRU (water resistant upper material) para calzados cuya parte superior es resistente al agua. Asimismo, las normas SRA, SRB o SRC se refieren al calzado con suela antideslizante en diferentes tipos de suelo.
Materiales del calzado de seguridad
Los zapatos y botas de seguridad resistentes al agua pueden estar fabricados en varios materiales. Veamos los más comunes:
Botas de seguridad de PVC / Nitrilo
Muchas botas de agua de seguridad están fabricadas en este material, que les aporta una alta resistencia a grasas, hidrocarburos o productos de limpieza. Aunque las botas de PVC/nitrilo, de caña alta, son muy frecuentes en la industria agroalimentaria, (usadas en mataderos o pescaderías, por ejemplo), también las encontramos certificadas para riesgos químicos o eléctricos.
Calzado de seguridad de cuero
Si no está tratado, el cuero por sí solo no puede ser resistente al agua. Por ello debe ser hidrofugado, es decir, debe recibir un tratamiento para ofrecer repelencia y resistencia al agua.
Por las características de la piel, muchas de las botas o zapatos fabricados en este material son ideales para su uso en ambientes fríos como cámaras frigoríficas.
Calzado de seguridad de Gore-Tex
El Gore-Tex es una membrana de politetrafluoroetileno expandido que hace que el producto sobre el cual se coloca sea impermeable y transpirable. Así, el calzado de Gore-Tex es muy cómodo ya que, además de impermeable, es muy ligero y, al ser transpirable, está indicado para largas jornadas de trabajo.
Como acabamos de ver, la protección de los pies en el trabajo ha de ser una prioridad máxima de la seguridad laboral, no solo para evitar accidentes laborales sino también para proteger al trabajador de lesiones futuras. Trabajar en ambientes húmedos o con agua no ha de ser en ningún caso un impedimento a la seguridad. Para ello encontramos en el mercado tantas opciones como exigencias comporta la naturaleza de cada trabajo.
En Naisa somos especialistas en seguridad laboral y contamos con una amplia variedad de calzado de seguridad para agua con diferentes prestaciones, entre los que sin duda encontrarás el que mejor se ajusta a tu actividad.

