Los buzos y petos de trabajo son prendas de una sola pieza que cubren todo el cuerpo y se ponen por encima, bien de la ropa personal, bien de un uniforme. En función del tipo de trabajo para el que se destinan encontraremos diferentes tipos de buzos. En este artículo veremos algunos de ellos y sus principales aplicaciones.
Buzos y petos de trabajo
Por un lado, los buzos o monos son prendas enteras, que cubren todo el cuerpo, normalmente con cremallera central y en muchos casos provistas de múltiples bolsillos que permiten acceder a ciertas herramientas fácilmente, como el metro. Muchos de ellos también cuentan con refuerzos en las rodillas, la culera, etc. Su función puede ser tanto proteger la ropa del trabajador de posibles manchas como garantizar la seguridad del trabajador evitando, por ejemplo, que su cuerpo o su ropa entre en contacto con sustancias químicas.
Por otro lado, los petos son prendas enteras que no tienen mangas. Es decir, protegen las piernas y el pecho. Permiten así más movimiento en la parte superior del cuerpo. Los petos son utilizados en trabajos en los que no es imprescindible proteger todo el cuerpo.
Origen de los buzos y petos de trabajo
El uso de petos y buzos como prendas de protección laboral se remonta a principios del siglo XIX. Años después, a principios del siglo pasado, la famosa marca Levi’s comenzó a fabricar su propia versión del peto e incluso un buzo infantil que protegía la ropa de los niños. Hoy en día, tanto el peto como el mono se han convertido en prendas habituales de nuestra vestimenta cotidiana, ya no solo del vestuario propiamente laboral.
Ventajas de los buzos de trabajo
La principal ventaja de los buzos frente a otras prendas del uniforme laboral es que, al tratarse de prendas de una sola pieza, hacen ganar tiempo al vestirse. La mayoría cuentan con cremallera y muchos, además, con cremallera doble, lo que facilita aún más la tarea de vestirse.
Otra ventaja de estas prendas es que, como hemos visto, no solo permiten que el trabajador no se ensucie, sino que, como cubren todo el cuerpo, aseguran una protección mayor frente a diferentes riesgos. Así, en función de cada uno de estos riesgos encontramos en el mercado diferentes tipos de buzos y petos de trabajo. Veamos a continuación algunos, así como sus principales usos.
Petos de trabajo
Los petos son muy funcionales. Cuentan normalmente con muchos bolsillos, también en la zona del pecho, lo que les permite a los trabajadores mantener herramientas básicas a mano. Pueden ser realmente útiles para profesiones como pintores, mecánicos o fontaneros, entre otros.
Buzos de trabajo estándar
Los buzos de trabajo estándar están fabricados en materiales como el nylon, el tergal o el algodón. Ofrecen una protección básica contra el polvo, manchas o salpicaduras. Su uso es muy frecuente en numerosas profesiones como pintores, albañiles o mecánicos. Para este tipo de trabajos puede ser interesante decantarse por un buzo que cuente con costuras reforzadas, lo que, sin duda, hará del buzo una prenda más resistente.
Buzos para grandes riesgos
Se trata de buzos categoría III, es decir, que protegen al trabajador frente a un peligro mortal o que pueda perjudicar seriamente su salud. Hablamos, por ejemplo, de prendas que protegen de partículas peligrosas como químicos, agentes biológicos o partículas radiactivas. En estos casos se suelen utilizar buzos de polipropileno y costuras termoselladas.
Buzos antiestáticos e ignífugos
Los buzos ignífugos y antiestáticos cuentan entre sus componentes con fibras ignífugas, es decir, que impiden la propagación de la llama, y antiestáticas, que disipan la electricidad estática. Son los más adecuados para su uso en trabajos con electricidad.
Buzos de alta visibilidad
Se trata de buzos con cintas retrorreflectantes y colores fluorescentes, que garantizan la seguridad del trabajador en condiciones de baja visibilidad. Existen, según el grado de visibilidad que se da en el entorno laboral, tres tipos de ropa de alta visibilidad: de clase 1, de clase 2 y de clase 3. El color puede ser amarillo, naranja o rojo y su elección dependerá de las características del entorno laboral.
*Puedes ampliar esta información leyendo este artículo sobre ropa de alta visibilidad.
Buzos desechables
Por último, no podíamos olvidar un tipo de buzo ampliamente utilizado: los buzos desechables. Este tipo de buzo es muy utilizado en entornos en los que la higiene y la limpieza son fundamentales, como el sanitario o el farmacéutico, en entornos con un alto riesgo de contacto con sustancias químicas líquidas o en aerosol, como en el sector agrícola, y en trabajos en los que, por los materiales utilizados, las prendas se estropean rápidamente.
Se trata de prendas económicas, fabricadas en materiales como el polipropileno, un material especialmente adecuado en caso de riesgo químico. En este sentido, al ser de un solo uso, reducen al máximo la posibilidad de contagio.
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