Hay profesiones en que la higiene y la limpieza pasan por delante de muchas cosas. Un ejemplo lo tenemos en los profesionales de salud (médicos, dentistas, etc.) y otro ejemplo pueden ser los profesionales de restauración y cocina.
Cómo vestirse para cocinar
Si nos dedicamos a este sector, ya sabremos que existe una leve normativa sobre el tema: “Todas las personas que trabajen en una zona de manipulación de productos alimenticios deberán mantener un elevado grado de limpieza y llevar una vestimenta adecuada, limpia y, en su caso, protectora” (Reglamento CE Nº 852/2004 del Parlamento y del Consejo).
Estas leyes apuntan que nos podemos vestir como queramos pero siempre y cuando se muestre limpia y libre de posibles bacterias. Hay veces que, además, el sitio dónde estemos trabajando impondrá su propia línea de ropa (por ejemplo, un hotel o restaurante con muchos trabajadores dónde se quiera que todos vistan de la misma forma).
• ¿Cuáles son los focos de infección?
Tal como apunta un artículo aparecido en Consumer, básicamente hay de dos tipos de focos de infección: los internos que provienen de la misma cocina (ya sea el portador mismo y los alimentos) y los externos. Para reducir el riesgo es estos últimos, siempre será recomendable que no se vaya por la calle con la ropa puesta: tener un pequeño vestuario ayudará a que la ropa esté más protegida y evitar así los gérmenes que se puedan traer de casa, de la calle, del transporte público, etc. Los vestuarios tienen que asegurar medidas higiénicas mínimas y asegurar que haya espacio suficiente para todos los trabajadores del local.
Otro factor importante son las personas que, ajenas a la cocina, irrumpen en ella. Dependiendo de la magnitud de la cocina o de lo que en elle se esté cocinando, se deberán tomar medidas más o menos estrictas. Lo que sí que se aconseja pero, es que las personas que no formen parte del entorno inmediato eviten entrar o acercarse a los alimentos o procesos culinarios.
• Importante: los zapatos
En el calzado es donde se acumulan más gérmenes, pues son la parte que toca el suelo. Es importante poderlos cambiar en el momento de entrar a trabajar, hay calzado exclusivo para profesionales, e incluso se recomienda que se usen botas o similares si hay mucha agua o humedad. El mismo artículo citado anteriormente apunta que hay estudios que demuestran que la Listeria (bacteria) llega a las plantas de los alimentos a través de la tierra de los zapatos y la vestimenta de las personas que trabajan en la fábrica. Si no hay posibilidad de cambiar de calzado, es muy importante asegurarse que están lo más limpio posible.
• La cabeza, protegida
Es importante también taparse la cabeza para prevenir la posible caída de cabellos. Incluso se recomienda mascarilla y guantes si así se requiriera. Se tienen que evitar también elementos accesorios como piercings, pendientes, pulseras o anillos. Si se pueden quitar va perfecto, pero si no se pudiera (piercings) lo mejor es taparlo con un esparadrapo.
Curiosidad: el primero en usar gorro de cocina fue Carême, un cocinero de la corte europea.
