Aunque no todas lo compartan, la verdad es que existen muchísimas profesiones que tienen una cosa en común: usan uniformes de trabajo. Algunos requieren su uso de forma obligatoria y otros es solo opcional: eso dependerá mucho de la normativa o bien de la empresa contratante.
Uniformes de trabajo ¿necesarios o prescindibles?
Cuando un uniforme es obligatorio, se podría decir que existen ventajas para su uso. Por ejemplo:
• La imagen corporativa es mejor. Imaginad un restaurante en donde cada camarero vaya a su aire en la forma de vestir y luego pensad el mismo ejemplo pero con todos vestidos de la misma forma: da buena imagen. También los trabajadores tendrán un sentimiento de pertenencia mayor y eso puede repercutir positivamente en su labor.
• Es más fácil identificar al personal del lugar: ¿cuántas veces habéis entrado en una tienda grande y habéis intentado buscar a algún empleado para que os resuelva algunas dudas sobre algún producto? Con la ropa toda igual es más fácil (incluso podrían ser de colores que se vean).
• Para el trabajador es más práctico: al tener una ropa fija, no se tiene que estar siempre pensando en que ropa es mejor o peor para ir a trabajar. Lo único que hace falta en este caso es poder disponer de más de un juego para poder ir limpiándolo.
• La importancia de la higiene. En algunas profesiones resulta del todo indispensable y ya lo asignan como obligatorio, pero si no fuera el caso, igualmente la opción de llevar uniforme ayuda a mantener un clima más neutro y puro en según qué casos (una pequeña cocina por ejemplo).
• Las pequeñas empresas pueden parecer más grandes. Un pequeño bar de un pueblo o de un barrio puede dar sensación de una mejor gestión e organización si sus empelados visten de la misma forma (en todos estos casos también es importante recordar que los buenos modales van de la mano y que tendría que ser requisito indispensable)
• El estilo es un punto a favor: si somos los propietarios de una empresa que se distingue por ser moderna e informal, no podemos tener nuestros empleados llevando ropa muy clásica, porque no quedaría muy acorde. Y lo mismo al revés.
• Puede ser más seguro: hay tareas que requieren un extra de seguridad o precaución. Si dejas al trabajador que se ocupe él mismo, quizá sin querer se pueda producir un accidente. El empleador debe proporcionar la información necesaria según el puesto de trabajo a ocupar, e incluso en la mayoría de los casos, deberá proporcionar la ropa a sus empleados.
Existen muchas tiendas especializadas en ropa profesional. Podéis encontrar des de ropa para restaurantes a ropa sanitaria, pasando por batas para maestras, ropa para peluquerías, etc.
Tampoco hace falta hacer una gran inversión: si queréis dar un toque corporativo, siempre podéis comprar pantalones o camisas de un mismo color: eso da una imagen bastante uniforme. Si además le queréis dar un toque más personal, podéis bordar o estampar vuestro logo.