En Naisa siempre hacemos hincapié en la importancia de vestir de manera segura, garantizando tu protección en todo momento. Pero, ya que hablamos de hacer hincapié, hoy vamos a prestar especial atención al calzado que nos ponemos. Y es que no podemos trabajar restándole importancia a los riesgos de nuestro día a día, ¡sino que debemos hacerlo con los pies en la tierra! Esto es así, sobre todo, en entornos en los que la presencia de maquinaria pesada, sustancias y productos químicos y condiciones meteorológicas adversas, donde el calzado y, más concretamente, las botas que utilizamos influyen mucho en nuestra seguridad. ¿Qué tipos de botas de seguridad son las más empleadas?
Por supuesto, no todas las profesiones exigen la misma clase de protección. Aunque sin duda existe un tipo de calzado de protección laboral versátil, en Naisa no te vamos a recomendar una opción que abarque mucho pero apriete poco. Tu seguridad y bienestar durante el trabajo deben ser tu máxima prioridad en todo momento, y la mejor manera de garantizarlas es adaptarte a las circunstancias concretas de las labores que desempeñas.
Con toda probabilidad, los tipos de botas de seguridad que a continuación te recomendamos te serán muy útiles. Pero, en caso de que no sea así, no te preocupes, porque en nuestra tienda de productos de protección laboral seguro que encuentras el calzado que necesitas.
Las clases de botas de protección laboral que debes conocer
En total, son cinco los tipos de botas de seguridad que te vamos a explicar. Ojo, no los confundas con el calzado S1P, S2 y S3, porque ahí estamos hablando de un grado de protección, no del tipo de calzado en sí. De hecho, no todo el calzado de seguridad son botas, ya que también se pueden utilizar deportivas y crocs diseñados para ese propósito. Hoy, sin embargo, destacamos las botas, ya que en muchos espacios son absolutamente necesarias por normativa.
Estos son los tipos de botas de seguridad laboral que en Naisa creemos que tienes que conocer.
Botas con punta de acero
Las botas con punta de acero son el mejor calzado de seguridad laboral si, como dijimos, trabajas con maquinaria pesada. Están diseñadas para proteger los pies de impactos y aplastamientos, lo cual las hace imprescindibles en sectores como la construcción, la logística o cualquier otro entorno de carácter industrial. Su punta reforzada es capaz de soportar la fuerza resultante de la caída de un aparato, reduciendo el riesgo de lesiones graves durante estos imprevistos tan desafortunados.
Botas de soldadura
Aunque las botas de soldadura también ofrecen un alto grado de protección contra golpes y otros accidentes, no es lo único que consiguen. Debes tener en cuenta el entorno en el que trabaja un soldador, donde es habitual que salten chispas y que se esté en contacto con metales calientes, con el evidente riesgo de fuego y quemadura que eso conlleva. Las botas para soldador están fabricadas con materiales ignífugos, resistentes al calor y a las salpicaduras de metal fundido. Cuentan, además, con características específicas como cubiertas protectoras sobre los cordones para evitar que estos se incendien, reduciendo el riesgo lo máximo posible.
Botas dieléctricas
Si el riesgo procede del uso o contacto con herramientas y dispositivos eléctricos, entonces debes utilizar botas dieléctricas. Las botas dieléctricas están diseñadas para actuar como aislantes, evitando la conducción de corriente eléctrica hacia tu cuerpo. Estas botas cumplen con los estándares de resistencia a la electrocución y descargas, y, por tanto, son necesarias para electricistas y profesionales que desempeñen actividades similares. La electricidad es un agente muy volátil, por lo que cualquier medida de protección que puedas adoptar es más que bienvenida.
Botas impermeables
En caso de trabajar con sustancias químicas o cualquier otro compuesto líquido, y asumiendo que no se traten de productos corrosivos que exijan una protección más especializada, las botas impermeables son una opción ideal para ti. Por supuesto, también son útiles si trabajas en zonas con mucha humedad, o en el exterior, sobre todo bajo condiciones meteorológicas adversas. Estas botas mantienen tus pies secos y protegidos y se suelen utilizar, por ejemplo, en la industria alimentaria, la agricultura e incluso en la construcción.
Botas de bomberos
Las llamaremos botas de bomberos, pero no es que sean de uso exclusivo suyo. En este caso, nos referimos al calzado de seguridad que se necesita en situaciones con altas temperaturas y terrenos inestables. Las botas de bomberos están diseñadas con materiales ignífugos, resistentes al calor, y proporcionan una capacidad de agarre imprescindible para evitar caídas y accidentes ocasionados por el uso de líquidos. Es fácil entender por qué los bomberos utilizan tanto este calzado, pero siguen siendo útiles para trabajadores que se enfrentan a riesgos similares. Además, suelen tener un diseño ergonómico, aguantando largas jornadas bajo presión.
Usa botas de seguridad con suelas antideslizantes y antiperforantes
Un aspecto común a los tipos de botas de seguridad de los que hemos hablado es que pueden incorporar en su diseño suelas antideslizantes y antiperforantes. Las suelas antideslizantes te proporcionan una gran capacidad de agarre en todo tipo de superficies, especialmente en aquellas húmedas y resbaladizas. Así, una caída que podría haber resultado en una lesión ya no sucederá, por lo que te mantienen a salvo en todo momento.
Por su parte, si trabajas con maquinaria pesada y herramientas cortantes o punzantes, las suelas antiperforación son muy útiles, y es que están reforzadas con placas de acero o textiles de alta resistencia. De esta manera, protegen tus pies ante cualquier imprevisto durante el manejo de los aparatos de trabajo, o incluso ante un clavo que acabó en el suelo por despiste. Tanto las suelas antiperforantes como las de antirresbalamiento son medidas de protección muy efectivas y fáciles de incluir en el calzado, por lo que en Naisa te recomendamos que las tengas en cuenta a la hora de escoger tus botas de seguridad.
