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Fitosanitarios: legislacion y prevencion

España se caracteríza por cultivar olivo, cqebada, trigo, remolacha, maíz, patata, tomates y cebollas, así como una gran cantidad de viñedos y huertos de cítitricos desde 1960. Es un país que gracias a su climatología y su topografía es apropiado para el cultivo de secano. Pero desde hace años, el sector de la agricultura se ha reducido, incluso las técnicas se han modificado hacía el cultivo forzado. Sin embargo, la agricultura sigue siendo un sector que alberga un enorme número de trabajadores, de forma directa o indirecta, trabajadores que requieren una protección frente a los productos que se utilizan para paliar las plagas e infecciones de las plantas, los fitosanitarios.

Riesgos más destacables del uso de fitosanitarios

Desde el siglo XX, España ha hecho y sigue haciendo uso de los fitosanitarios, productos que por un lado, aumentan el rendimiento de la tierra hasta niveles que no se podrían alcanzar de forma natural. Pero por otro lado el uso de estos productos puede afectar a la biodiversidad, la contaminación del suelo y del agua, así como a la salud de aquellos trabajadores que no siguen unas normas y protocolos de seguridad.

Los plaguicidas, entre otras clasificaciones, se agrupan por su toxicidad. Pueden ser novicos, aquellos que al ingerir, inhalar o penetrar por la piel del trabajador ocasionan riesgos de gravedad limitada; tóxicos, aquellos que por las mismas vías anteriores pueden dar lugar a riesgos graves, agudos, crónicos e incluso la muerte; y muy tóxicos, que por el mismo modo de contacto generan riesgos extremadamente graves. Estos productos no pueden tomarse a la ligera, dado que pueden ocasionar enfermedades como cánceres que afectan al cerebro, el estómago, los sistemas linfático y hematopoyético, el labio, la próstata y la piel, sobretodo por el uso de herbicidas.

Asimismo, por norma general, los agricultores exponen su salud a los fitosanitarios durante las operaciones de mezcla del producto y carga, pero cabe destacar que muchos de ellos desconocen las medidas de almacenamiento y manejo, dejando su salud a mercer del producto. Para paliar esta situación, entre otras, se estableció el Real Decreto 1311/2012 sobre Uso sostenible de Productos Fitosanitarios. Según este Real Decreto, todos los profesionales que manipulen productos fitosanitarios, ya sean agricultores profesionales o con explotación de autoconsumo, así como personal auxiliar deberán estar acreditados con este carné de manipulador de fitosanitarios. Además de aquellos profesionales y vendedores de estos productos deberá estar en posesión del carné a partir del 26 de noviembre de 2015.

Por otro lado, los profesionales deberán conocer y cumplir con un cuidadoso almacenamiento del producto, así como durante su carga y mezcla.

Evitar accidentes laborales y enfermedades profesionales

A la vista de la gravedad de las enfermedades que pueden ocasionar una manipulación, uso o exposición inadecuada a los fitosanitarios, los profesionales deberán de poner en práctica planes de prevención laboral, que minimizarán estos riesgos. En primer lugar, los productos deberán estar correctamente identificados y venir provistos de sus fichas técnicas, dentro del plan de prevención se evaluarán los riesgos a los que se expone cada trabajador de la plantación, se identicarán y adoptarán las medidas preventivas.

Por un lado, se deberán revisar los equipos de aplicación, mezcla y carga de los fitosanitarios, tanto si son metodos automatizados como pulverizador arrastrado o instalación fija de pulverización, como los manuales que pueden ser un equipo de nubulizador o pistola pulverizadora.

Por otro lado, se deben extremar las medidas de protección personal de cada trabajador, entre ellas, proteger las vías respiratorias, que eviten la entrada de partículas sólidas, líquidas y vapores; guantes de nitrilo, que sean lo suficientemente altos cubrir las mangas y con resistencia mecánica; gafas de montura integral, son ideales de aquellas de tipo 3 “gotas de líquidos” y tipo 5 “gases y partículas de polvo fino”; y botas altas, para evitar la entrada de sustacias químicas.

Con estas medidas preventias y equipos de protección individual se reducen los riesgos al trabajar con fitosanitarios y con ellos la posibilidad de sufrir enfermedades profesionales derivadas del sector de la agricultura.

Naisa

Técnico PRL asesor en EPIs y vestuario laboral

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