¿Por qué usar uniformes de trabajo?

Llevar uniforme a veces puede resultar un poco aburrido, ya que no te deja mucha libertad. Pero lo cierto es que tiene infinidad de ventajas.

Ventajas de usar uniformes de trabajo

Vamos a repasar algunas de ellas:

1. Imagen corporativa: esta ventaja es más que nada empresarial, ya que a la empresa contratante (ya sea restaurante, peluquería o lo que sea) le puede ir muy bien dar una imagen de grupo fuerte y unificada.

2. Identificación rápida en caso de duda: esta segunda ventaja está muy pensada para los clientes. ¿Alguna vez habéis entrado en algún local y os ha costado identificar al personal que trabaja allí? Esto pasa seguramente porque no llevan ropa unificada que les haga destacar. A veces se puede solucionar con un simple chaleco para poner encima de la propia ropa y ya está. Son pequeños detalles que ayudan a mantener en orden un negocio.

3. Menos problemas a la hora de escoger la ropa: hay ofertas laborales en donde se pide que se vista de una determinada forma (por ejemplo, para trabajar en una oficina bancaria no puedes ir en chándal). Estos pequeños detalles hacen que muchas personas dude cada mañana sobre la ropa que deben de ponerse. En cambio, con uso de uniformes de trabajo esto no pasa porque te pones cada día lo mismo que tus compañeros y compañeras.

4. Posibilidad de personalizar: esta es otra de las ventajas empresariales. Lo bueno de la mayoría de ropa laboral es que puedes personalizarla, ya sea escogiendo los colores para que sean a conjunto con tu logo o bien bordando la marca o el nombre en alguna parte (bolsillo delantero, espalda, etc.)

5. Sale más económico para todos: especialmente para uno mismo, ya que no tendrás que comprarte más ropa. La mayoría de empresas que obligan a usar uniforme laboral te dan ellos mismos la ropa, pero pregunta a ver.

¿Qué se debe tener en cuenta?

– Lo primero de todo es tener más de un juego. Mínimo deberían ser dos, pero si son tres mejor. Más que nada para poder ir lavándolo y estar siempre con la ropa limpia en el trabajo. Especial atención si se trata de un trabajo en la cocina, ya que entonces es más habitual que se ensucie de forma rápida.

– Variedad de tallas: todos los trabajadores tienen tallas diferentes. Los uniformes laborales deben adaptarse a todo tipo de cuerpos, por tanto deben ser lo suficientemente flexibles y adaptables.

– El tipo de tejido debe tenerse en cuenta sobre todo en la medida del tipo de trabajo que se realice. Por ejemplo, un tejido grueso irá bien para trabajos en el exterior o que requieran algunas medidas de seguridad.

– En función de la característica anterior, también será importante que puedan lavarse bien. Un tejido con mucho grosor o muchas texturas rígidas puede ser un poco complicado para lavar y secar de forma rápida. Otro tema, ya más delicado, es si se debe desinfectar la ropa de algún modo a parte de lavarla. La empresa debe dar todas las indicaciones necesarias.