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Oficinas: buenas prácticas ergonómicas

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La prevención de riesgos laborales va más allá de las profesiones que entrañan riesgos graves como caídas a distinto nivel, inhalación de tóxicos o quemaduras. En las oficinas también se producen riesgos y para ello se aplican buenas prácticas ergonómicas.

Por definición, la ergonomía es la es la disciplina que se encarga del diseño de lugares de trabajo, herramientas y tareas, de modo que coincidan con las características fisiológicas, anatómicas, psicológicas y las capacidades del trabajador.

Los profesionales que trabajan en distintas disciplinas en oficinas, pasan muchas horas sentadas frente a un ordenador. Esta situación puede acarrear dolores musculares, cansancio excesivo, dolores de cabeza o similares.

Mejoras en las oficinas

Ubicación del ordenador: Si pasa las 8 horas laborales frente al ordenador, se recomienda que ocupe la posición principal en la mesa de trabajo, es decir, esté ubicado justo enfrente de ti. Además, puedes tener algo de espacio a los lados para dejar documentos. En ningún caso, coloque la pantalla del ordenador en posición oblicua, ya que le obligaría a mantener el cuello todo el día doblado y acarrearía dolores de espalda. Esta posición solo se puede tener si pasa muy pocas horas trabajando en el ordenador, por ejemplo, si es comercial en un concesionario y lo utiliza para mostrar datos a los clientes.

Además, es importante evitar reflejos sobre la pantalla del ordenador, para ello regula las fuentes de luz naturales con persianas. Por otro lado, ajuste la pantalla a una distancia mínima de 40 centímetros y a una altura que coincida con la línea de los ojos.

El teclado y el ratón: La posición del teclado y del ratón son tan importantes como la del ordenador. Se recomienda que no se ubique el teclado al borde de la mesa, sino que exista un espacio entre el teclado y el borde de unos 10 centímetros. Este espacio está destinado a apoyar las muñecas. Evidentemente el ratón se ubicará a la derecha si es diestro o a la izquierda si es zurdo, donde más cómodo se encuentre.

La silla de trabajo: La silla de trabajo es otro de los elementos importantes, dado que pasamos muchas horas sentado en ella. Una silla poco ergonómica provocará dolores de espalda y tensión muscular. Procura ajustar el asiento a la altura que necesite para llegar con comodidad a la mesa. En caso de no tocar con los pies el suelo, es aconsejable que no queden colgando sino que se use un reposapiés adecuado. Además, puedes ajustar el respaldo reclinado, para que puedas apoyar en él toda la espalda.

La altura del respaldo debe llegar como mínimo hasta la parte media de la espalda, por debajo de los omóplatos. Aunque en ocasiones es más cómodo tener el respaldo ligeramente inclinado hacia atrás, mientras que para trabajar sobre la mesa o atender visitas es preferible que el respaldo esté más vertical.

La postura: Para finalizar, mantiene una buena postura de trabajo con la cabeza levantada y mentón paralelo al suelo, así como la columna erguida apoyada en el respaldo. Los pies apoyados en el suelo con tobillos en ángulo recto o sobre reposapies. Por último, las rodillas en ángulo recto más elevadas que la pelvis y los brazos apoyados en el asiento o en la mesa.

Naisa

Técnico PRL asesor en EPIs y vestuario laboral

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