Normativa para la ropa de alta visibilidad

Cuando hablamos de ropa de alta visibilidad nos referimos a aquella es que es visible a muchos metros de distancia, normalmente conseguido a raíz de usar elementos reflectantes o colores muy vivos para poder ser distinguidos con facilidad.

Cuándo y cómo usar la ropa de alta visibilidad

Los más comunes son los chalecos amarillos con bandas reflectantes, mayoritariamente. Tienen muchos usos, como por ejemplo profesionales del orden y/o salvamento, obreros, seguridad en la carretera, etc. De hecho, son obligatorios en los coches, de manera que todo conductor debe tener uno en el maletero juntamente con los triángulos de visualización en caso de avería y otros elementos obligados de llevar.

Los materiales con los que están hechos son los tejidos fluorescentes (como el amarillo o el naranja) y el material retroreflectante, que son las bandas que se pueden ver fácilmente desde mucha distancia. La mayor parte de las veces no se usan uno u otro sino que son la combinación de ambos los que aseguran el correcto funcionamiento y el principal objetivo de este tipo de ropa.

¿Cuál es la normativa aplicable?

Como os podéis imaginar, unos elementos tan importantes para nuestra salud y seguridad personal deben cumplir una serie de requisitos básicos para que cumplan bien su función.

Hace un par de años se aprobó la normativa ISO 20471 que hace referencia a la ropa de alta visibilidad y que vino a ser una revisión de la que ya existía para adaptarla a las necesidades actuales.

– El principal objetivo de la revisión fue proteger ya no solo a los protagonistas (es decir, a los trabajadores o afectados de una situación concreta) sino también a todas las personas que están relacionadas con ello. Cuando una persona corre el riesgo de no ser vista, son muchos los problemas que puede ocasionar.

– Existen tres categorías según el nivel de protección:

– Categoría 1: Nivel bajo. Básicamente sería el hecho de llevar pantalones y polos con elementos de alta visibilidad.

– Categoría 2: Nivel intermedio. En esta segunda categoría entrarían ya también otras prendas de ropa como los chalecos o los monos, que complementen lo básico para poder ser más vistos.

– Categoría 3: Nivel máximo. Por último aquí ya sería lo máximo visible, por lo que incluye ya chaquetas, abrigos, etc.

– Los fabricantes de prendas de este tipo deben conocer y seguir al pie de la letra la normativa vigente para asegurar que la pieza en sí es útil y puede protegernos. Normalmente hay unas medidas mínimas para cada tipo de pieza, es decir: las bandas retroreflectantes tienen que medir mínimo 50 mm de ancho, ya que una medida inferior a esa cantidad no facilitaría la buena visión.

– De cara a quien lo use, es importante fijarse bien en el orden y en lo que supone llevar este tipo de ropa. No tendría mucho sentido si llevásemos un polo de alta visibilidad y luego nos cubriésemos con una chaqueta que no tuviera ningún elemento reflectante, así como el uso de grandes logos (no pueden tapar las bandas ni los elementos de alta visibilidad).

Naisa

Técnico PRL asesor en EPIs y vestuario laboral

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