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Lumbalgia laboral: cómo tratarla y prevenirla

¿Sabías que la lumbalgia, también llamada comúnmente dolor de espalda, es una enfermedad tan frecuente que más del 80% de los españoles la ha padecido al menos una vez a lo largo de su vida? ¿Y que tiene mayor prevalencia en los países de Europa Occidental? Se trata, pues, de una enfermedad muy común en nuestro país a la que le debemos prestar mucha atención, ya no solo en nuestra vida diaria sino también en el trabajo.

En este artículo veremos qué es la lumbalgia, cómo podemos tratarla y, lo más importante, de qué formas podemos prevenirla en el ámbito profesional.

En España, las enfermedades profesionales están reguladas por el Real decreto 1299/2006 de 10 de noviembre. Según este, la lumbalgia, al igual que cualquier otra enfermedad de la columna vertebral, no está reconocida como enfermedad profesional. Sin embargo, constituye una de las principales causas de baja laboral y una importante causa de discapacidad.

¿Qué es la lumbalgia y qué la provoca?

La lumbalgia es un dolor que se manifiesta en la parte inferior de la espalda, en la región lumbar, entre la zona dorsolumbar y la articulación lumbosacra.

Según su duración se habla de lumbalgias agudas, que pueden durar hasta tres meses, o, si estas persisten, lumbalgias crónicas, cuya duración es de más de tres meses.

Aunque la causa de las lumbalgias es muchas veces desconocida, las más frecuentes son el desgaste de los discos intervertebrales, la artrosis vertebral, deformaciones de la columna vertebral, traumatismos de la espalda previos, el sobrepeso o la falta de actividad física. En el ámbito laboral, el sendentarismo, las malas posturas y los sobresfuerzos son causas directas de la lumbalgia. Por esta razón, los trabajadores de ciertos sectores profesionales están especialmente expuestos a padecer esta enfermedad.

Tengo lumbalgia: ¿qué hago?

Cuando aparece el dolor en la zona lumbar, lo primero que debemos hacer es intentar rebajarlo. Para ello, si el dolor no es muy fuerte, podemos probar primero con algunos remedios naturales: aplicar calor en la zona para relajar la musculatura o tomar corteza de sauce blanco, la llamada “aspirina natural”, en infusión o en cápsulas. Los masajes con aceites esenciales como el de romero también pueden ser beneficiosos para aliviar el dolor.

Si el dolor persiste, lo más recomendable es, sin duda, acudir al médico, quien probablemente valorará la necesidad de tratar el dolor con algún analgésico como el paracetamol, antiinflamatorios no esteroideos o relajantes musculares.

Además, algo que no podemos olvidar cuando suframos lumbalgia es el ejercicio físico. Es verdad que hace tiempo se solía recomendar reposo para tratar el dolor lumbar. Sin embargo, hoy en día médicos y fisioterapeutas coinciden en que un aspecto fundamental para el tratamiento de la lumbalgia es la realización de ciertos ejercicios siempre y cuando la intensidad del dolor nos lo permita. Estos ejercicios pretenden el estiramiento y el fortalecimiento de la musculatura. Algunos deportes como la natación o el yoga pueden resultar también muy útiles para aliviar las molestias.

En caso de dolor persistente o lumbalgia crónica, lo más conveniente es acudir a un médico o fisioterapeuta y seguir sus recomendaciones.

¿Cómo puedo prevenir la lumbalgia?

Como sabemos, “más vale prevenir que curar”. Por ello, es primordial que en nuestra vida cotidiana tomemos ciertas precauciones para prevenir cualquier tipo de lesiones y enfermedades, también la lumbalgia.

Por un lado, llevar un estilo de vida sano y mantener un peso saludable es crucial para evitar esta y otras afecciones.

Por otro, es importante que prestemos atención a la postura y trabajemos el fortalecimiento de los músculos del abdomen y la espalda mediante ejercicios específicos.

¿Cómo prevenir la lumbalgia en el trabajo?

Como hemos visto, ciertos profesionales son más susceptibles de sufrir lumbalgia: trabajadores que permanecen durante toda la jornada laboral de pie, aquellos que, al contrario, pasan ocho horas sentados delante del ordenador, o los que soportan y mueven cargas pesadas.

Además de las recomendaciones generales, es necesario que se tomen ciertas medidas adicionales en el trabajo. Por ejemplo, para aquellos que trabajan de pie, es importante que el calzado no tenga un tacón de más de 3 o 4 cm y, a ser posible, que sea ergonómico.

Para los trabajadores que mueven y cargan peso puede ser también de gran ayuda una faja lumbar, que no solo alivia el dolor sino que, al evitar una mala postura y contener la zona, lo previene y, al repartir mejor la carga, protege la espalda de los sobreesfuerzos y, por tanto, de otras lesiones. Existen en el mercado varios tipos de faja o cinturón lumbar (elásticos, antivibraciones…) y es importante saber cuál de ellos es más adecuado para la actividad desarrollada.

Como hemos visto, la lumbalgia es una enfermedad con alta incidencia en nuestro país, pero es evitable si seguimos ciertas recomendaciones. Además de un estilo de vida saludable, es importante que en nuestros puestos de trabajo tengamos en cuenta ciertos consejos que nos permitirán conservar la salud de la espalda y evitar las molestias y lesiones que tanto afectan a nuestra calidad de vida.

Naisa

Técnico PRL asesor en EPIs y vestuario laboral

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