En este momento estás viendo Humos y gases, riesgos para del soldador

Humos y gases, riesgos para del soldador

Talleres de automoción, industrias petroquímicas, el sector naval, incluso aquellas profesiones ligadas a la construcción en general y en concreto, la construcción de estructuras metálicas, requieren en su plantilla soldadores profesionales. Una profesión, que ha día de hoy, se encuentra entre los trabajos con mayor siniestrabilidad a causa de accidentes laborales.

Según los datos el Ministerio de Trabajo e Inmigración, del total de accidentes producidos en Castilla y León, más de la mitad se produjeron en estos dos sectores. Por tanto, la profesión de soldador debe tomarse muy en serio, tanto por el profesional como por la empresa que contrata estos servicios profesionales. Son trabajos que mal ejecutados, sin las medidas preventivas adecuadas pueden producir la muerte.

En muchos casos, la empresa no proporciona la formación adecuada en cuanto a las medidas preventivas que debe respetar y cumplir el trabajador, esto deriva en un mal conocimiento de los riesgos que asumen, a pesar de ser un soldador experto. Del mismo modo, la accidentabilidad se aumenta por no utilizar equipos de trabajo que cumplan con la normativa de seguridad y  una inadecuada utilización de protocolos de actuación en trabajos especialmente peligrosos como son, por ejemplo, los trabajos de soldadura en altura o en lugares confinados, que conllevan un riesgo mayor por un lado en sí el trabajado de la soldadura y por otro todo el riesgo derivado de trabajar en un espacio confinado.

Exposición a contaminantes químicos

Cuando pensamos en una soldadura, visualizamos como primeros riesgos los que se desprenden de un accidente con la maquinaría o relacionados con quemaduras, pero es difícil percatarse que existen otros riesgos graves como la exposición a  contaminantes químicos.

Al realizar este trabajo, el soldador queda expuesto a humos y gases, que se originan al soldar el material y quedan en el ambiente de trabajo. Es importante que estos gases no sean respirados por el trabajador, ya sea el soldador como compañeros que se encuentren cerca del la operación de la soldadura. La inhalación puede conducir a trastornos de la salud como intoxicaciones agudas y enfermedades profesionales, de muy diversa naturaleza dependiendo de las condiciones particulares de trabajo

Por esta razón, es importante minimizar los riesgos y diluir estos gases que en su mayor parte son óxidos de hierro, humos de aluminio, fosgeno o fluoruros, incluso humos radiactivos. Para ello se debe aplicar ventilación localizada, que consiste en crear corrientes de aire que actúan directamente sobre el foco de la contaminación, aspira los humos producidos al soldar. Para ellos se pueden utilizar mesas de soldadura con aspiración, cabinas de soldadura o campanas móviles de aspiración. Además, se debe procurar que en el lugar de trabajo exista ventilación general, para ello las soldaduras se deben llevar a cabo en un local con las dimensiones adecuadas, una distribución favorable de los puestos de trabajo de los soldadores y el aislamiento de la sección de soldadura del resto de puestos de trabajo, para evitar que esos humos lleguen a otros trabajadores ajenos a ese puesto.

Además, en los trabajos de soldaduras se usarán con carácter complementario a las medidas expuestas, nunca como sustitutivos, equipos de protección individual como guantes de resistencia térmica o anticalóricos según norma EN 407 o mascarillas autofiltrantes para partículas con protección mínima FFP2.

Naisa

Técnico PRL asesor en EPIs y vestuario laboral

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. David

    Por eso es necesario un buen equipamiento. Buen artículo 🙂

    1. Ana

      Muchas gracias por leernos!! Tienes toda la razón, un buen equipo es fundamental para prevenir accidentes, seguridad ante todo! XD

Deja una respuesta