Cualquier niño sueña de pequeño presenciar la demolición de su escuela. Sin embargo, pocas veces en nuestra vida presenciamos el desplome de un edificio, siempre es más común ver una construcción. Por esta razón, se nos escapan los riesgos laborales y las medidas de prevención que se aplican durante estos trabajos. Además, se considera un trabajo de alto riesgo.
Plan de Seguridad y Salud para una demolición
La demolición de un edificio se encarga a empresas especializadas en este sector, que desarrollarán y cumplirán el Plan de Seguridad y Salud específico. Además, estas empresas desarrollarán un planning de cada acción que se lleve a cabo durante la demolición y será supervisado por la misma.
El Plan de Seguridad y Salud específico recogerá los puntos fuertes donde se llevará a cabo la sujeción de cada trabajador. Definirá la zona que deberá ser acotada para evitar accidentes laborales de personal ajeno a la demolición, así como para evitar que los profesionales sean interrumpidos. Por último, contempla una evaluación de los materiales y compuestos que pueden ser nocivos para la salud, como amianto, residuos peligrosos, etc. Para estos materiales se desarrollará un plan con sus correspondientes medidas preventivas.
Asimismo, recogera los riesgos que se producen durante una demolición, entre ellos, fracturas, heridas por pinchazo de material al desprenderse o golpes por objetos. Sin olvidar riesgos generales como caídas de distinto nivel o atrapamiento por objetos.
Para evitar que un riesgo finalice en un accidente laboral se recogerán las medidas preventivas. Entre ellas la necesidad de sanear al finalizar cada turno de trabajo las zonas con riesgo de desplome o contar con profesionales que vigilen cada trabajo durante la demolición.
Por otro lado, cada trabajador contará con su equipo de protección individual adecuado para el trabajo que está realizando. Además, durante el proceso de demolición se aplicará un perímetro de seguridad con respecto al edificio.
Retirada de amianto
Dentro de los riesgos para la salud de los profesionales que trabajan en estas actividades se encuentra la exposición a amianto. El amianto deberá extraerse por profesionales con equipos de protección adecuados, dado que es altamente nocivo para la salud.
El amianto se utiliza como aislante interior de puertas cortafuegos, así como relleno de techos y falsos techos. Por tanto, una vez se ha extraído, se almacenará en una zona aislada del resto del edificio y aquellas zonas de la cuales se ha arrancado el amianto serán sometidas a control riguroso del ambiente.
El amianto y su incorrecto manejo puede provocar en los trabajadores diversas enfermedades, entre ellas, fibrosis pulmonar o mesotelioma de pleura.
