Chubasqueros para trabajar en primavera

Hace pocos días ha empezado la primavera y, como habéis podido comprobar en algunas zonas del país, parece que de momento la lluvia no está dispuesta a abandonarnos.

Chubasqueros para trabajar

Estamos a las puertas del mes de abril y, como dice el refrán: aguas mil. Verdad o no, lo cierto es que se trata de una época en donde la lluvia suele hacer presencia, y eso se debe tener en cuenta si nuestro trabajo diario se realiza en gran parte o en su totalidad en el exterior: jardineros de parques urbanos, agentes de seguridad, carteros, agricultores y muchos ejemplos más. Ante esta situación lo mejor es escoger un buen chubasquero que nos permita trabajar sin problemas.

Los primeros impermeables surgieron en Escocia en el siglo XIX, aunque desde aquella época ya ha llovido mucho (y nunca mejor dicho) y a día de hoy sus usos y usuarios son del todo variado: deportistas, trabajadores, ciudadanos de todas las edades, etc. Su evolución ha sido visible: los primeros estaban hecho de plástico más bien rígido y duro, mientras que a día de hoy los materiales con que se fabrican son muy ligeros, lo que permite que por ejemplo se puedan comprimir y guardar en un reducido espacio (un compartimiento de mochila, por ejemplo).

¿Cómo elegir chubasquero?

Si estás pensando en comprar alguno para trabajar en estos meses que se acercan, debes tener en cuenta algunas cosas:

– Transpirable: esta primera es quizá la característica más importante. Cuando escogemos un chubasquero debemos pensar en el uso que le queremos dar, ya que no será lo mismo una persona que lo necesite para cada día que otra que lo use solamente de forma espontanea y/o temporal. Cuando hablamos de que una prenda debe ser transpirable, significa simplemente que debe tener un sistema para evitar que nuestro propio calor corporal o sudor se quede retenido dentro y no pueda salir por ninguna parte. Esto contribuiría a que empezáramos a sudar y a la larga nos podemos resfriar.

– Capas: las capas permiten que solo la parte de afuera sea impermeable, de manera que una capa interior nos puede ayudar a mantener nuestra temperatura corporal. Cuando se trata solo de acciones puntuales, un chubasquero sin capas nos puede ayudar, pero en algunos casos se queda demasiado corto. Para tomar la decisión deberemos pensar en que queremos priorizar, ya que a veces el objetivo no solamente es evitar la lluvia, sino también protegernos del frío.

– Capacidad de plegarse y ocupar poco espacio: lo hemos comentado un poco más arriba, hay materiales ligeros que permiten que una vez utilizado el chubasquero podamos plegarlo varias veces hasta convertirlo en un pequeño montón de tejido que cabe en cualquier bolso o mochila.

– Por último, mirar bien los cierres y sellados. Hay algunos chubasqueros que no están pensados en cubrir completamente porque son para usos poco potentes, en cambio hay situaciones que merecen que nos paremos a mirar detenidamente si aquel chubasquero nos protegerá al máximo de la lluvia. Para ello suelen haber capuchas, cierres muy ajustados, etc.

Naisa

Técnico PRL asesor en EPIs y vestuario laboral

Esta entrada tiene un comentario

Deja una respuesta